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COL CUORE IN ITALIA

CONTINUA LA INTENSA BÚSQUEDA DEL BEBÉ SECUESTRADO EN PARMA

CONTINUA LA INTENSA BÚSQUEDA DEL BEBÉ SECUESTRADO EN PARMA

Hace muchos días que dos personas se llevaron a Tommaso Onofri de la casa de sus padres en Parma. Hasta ahora no hubo noticias de los captores. La Policía sospecha de una venganza e investiga las actividades del padre.

Paolo Onofri ( en la foto junto a su esposa ) es director de la Oficina de Correo de Parma, una de las más importantes de Italia. Tras sus actividades se han concentrado los investigadores que llevan el caso por el secuestro de su hijo, Tommaso, de tan sólo 17 meses.

El jueves 2 de marzo pasado, en medio de un confuso episodio, un hombre y una mujer encapuchados entraron en la casa de la familia Onofri, en Casalbaroncolo en la rica provincia de Parma, y, en lo que un primer momento pareció ser un asalto, se llevaron 150 euros y al pequeño Tommaso.

Sin embargo, con el correr de las horas y ante la falta de noticias de los captores, los investigadores están empezando a pensar en otras hipótesis. La que pisa más fuerte: una venganza contra Paolo Onofri por sus actividades en la Oficina de Correo.

Sucede que la dependencia que él dirige no es un simple servicio postal. En Italia, el Correo es una entidad poderosísima que tiene hasta sucursales bancarias.

“Lavado de dinero” y “mafia” son algunas de las palabras que rondan en las cabezas de los investigadores. “Motivos inconfesables”, destaca la prensa italiana.

Las dudas de la Justicia y la Policía -que tiene decenas de agentes aplicados al caso- surgieron después de que Paolo Onofri fuera interrogado durante más de ocho horas y confiara que hace dos años recibió amenazas.

Luego, agentes del Reparto Investigativo Especial (RIS, por sus siglas en italiano) ingresaron en su casa para intentar recolectar pruebas que ayuden a entender qué pasó con Tommaso.

Los investigadores fueron duros y claros con Onofri. Necesitan saber todo lo relacionado con sus cuentas bancarias, su actividad económica y hasta con aquella misteriosa amenaza.

“No tengo buenos presentimientos. Me siento acusado y no se de qué”, fueron las pocas palabras que se le escucharon en público a Onofri. Su mujer, Paola Pellinghelli, sólo es vista por las Fuerzas de Seguridad como una madre destrozada por la angustia.

Las horas pasan e Italia teme por la vida Tommaso que padece un grave tipo de epilepsia y debe estar medicado constantemente para evitar las terribles convulsiones que le aquejan. El jueves pasado, cuando se lo llevaron, volaba de fiebre.

Mientras siguen llegando las adhesiones de solidaridad a la familia, personalidades italianas piden por el chiquito. El Papa Benedicto XVI ya salió a pedir por él. Ayer, la primera dama Franca Ciampi imploró a los secuestradores que devuelvan al nene.

En tanto, su hermano, Sebastiano, de tan sólo ocho años, repite incansablemente lo que vio el jueves pasado cuando se llevaron al bebé.

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