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COL CUORE IN ITALIA

GANÓ PRODI CON EL VOTO DECISIVO DE LOS ITALIANOS EN EL EXTERIOR

GANÓ PRODI CON EL VOTO DECISIVO DE LOS ITALIANOS EN EL EXTERIOR

El líder del centroizquierda obtuvo mayoría en ambas Cámaras. Fue clave el apoyo de los senadores extranjeros electos, entre ellos dos argentinos. Sin embargo, Silvio Berlusconi no reconoce el triunfo.

La asignación de los senadores elegidos por los italianos residentes en el exterior dieron ayer la victoria al líder de la oposición Romano Prodi al darle mayoría en las dos Cámaras del Parlamento. Prodi se proclamó vencedor y dijo que "el triunfo ha sido sufrido pero haremos un gobierno fuerte que durará cinco años". El primer ministro conservador Silvio Berlusconi le respondió que "nadie puede decir que ha ganado" y en una conferencia de prensa afirmó que es necesario primero verificar medio millón de votos anulados.

Berlusconi también dijo que el voto de los italianos en el exterior "podría no ser válido" porque "se cometieron muchas irregularidades" y reclamó un gobierno compartido que Prodi rechazó.

El panorama, que era oscuro en la madrugada del martes porque los resultados daban sustancialmente un empate entre las dos coaliciones, se aclaró al completarse el escrutinio en la Cámara de Diputados, donde la Unión de centroizquierda liderada por Prodi venció por apenas 25 mil votos de diferencia, conquistando 19 millones de sufragios.

Gracias a un sistema proporcional con un premio de mayoría inventado hace unos meses por el premier Silvio Berlusconi y los suyos para asegurarse un nuevo triunfo en las elecciones del domingo-lunes, la oposición de centroizquierda recibió 55 diputados de premio y conquistó la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, con 348 bancas, contra 281 del centroderecha berlusconiano.

El problema era el Senado, donde hubo cuatro millones menos de votantes porque hace falta una edad mínima de 25 años para depositar el sufragio. Allí, los conservadores de Berlusconi consiguieron 155 senadores contra 154 de la oposición de "centrosinistra".

El fantasma de un "empate", con una Cámara legislativa para cada coalición, hacía materializar una Italia ingobernable. En auxilio del centroizquierda de Prodi llegaron los italianos en el exterior, cuyos votos fueron escrutados con gran lentitud. La gran sorpresa fue que, contra las previsiones de los estrategas de Berlusconi, los italianos que viven fuera de la península votaron masivamente por el centroizquierda de Romano Prodi.

La Unión conquistó cuatro de los seis senadores en disputa, entre ellos la italoargentina Mirella Giai. También resultó elegido en el distrito America Meridional, Luigi Pallaro, por la Asociación Italianos de Sudamérica. Forza Italia de Berlusconi logró un solo senador.

Este resultado dio vuelta los equilibrios de fuerzas en el Senado. Los cuatro senadores de la Unión de los residentes en el exterior hicieron saltar de 154 a 158 el total del centroizquierda,mientras que la alianza de centroderecha pasaba a 156. Eran en realidad 159 porque el senador independiente de Buenos Aires Luigi Pallaro declaró —como consignó Clarín en su edición de ayer— que votaría favorablemente al gobierno que se presentara al voto de confianza y la única mayoría posible la puede encabezar hoy Romano Prodi.

Pero a esas 159 bancas conquistadas hay que agregar a cinco de los siete senadores vitalicios, que simpatizan con el centroizquierda. En Italia los ex presidentes son senadores vitalicios y además el jefe del Estado tiene la facultad de nombrar para ese puesto a algunas grandes personalidades del país.

Los cinco son Rita Levi Montalcini, premio Nobel de Medicina, el empresario Sergio Pininfarina, el ex ministro del Interior y prócer de la izquierda Giorgio Napolitano, el ex primer ministro democristiano Emilio Colombo, y el ex presidente de la República, Oscar Luigi Scalfaro. Con el centroderecha simpatizan el ex primer ministro Giulio Andreotti y el ex presidente Francesco Cossiga.

El número de senadores favorables a Romano Prodi y su alianza Unión sube así a 164 legisladores, dos más que el mínimo imprescindible para la mayoría absoluta.

El sustancial empate en porcentaje de votos entre las dos coaliciones ha obligado a mirar con la lupa los números necesarios para formar gobierno, haciendo un minucioso inventario de amigos y adversarios.

Con 348 diputados (incluidos también los doce legisladores elegidos en el exterior) y 164 senadores, Romano Prodi tiene asegurado el voto de confianza parlamentario, aunque en el Senado deberé ser muy estricta la disciplina porque la mayoría corre por el filo de la navaja.

Esta relativa precariedad y el estado parejo de las fuerzas enfrentadas, desató ayer una ofensiva de Berlusconi, que en una conferencia de prensa dijo que "ninguno puede decir ahora que ha ganado".

"Creo que los resultados no son definitivos y sobre este voto hay muchos lados oscuros", agregó. Dijo que hay medio millón de votos anulados que es necesario verificar y recién después, "si la aritmética les dará a ellos los números deberán demostrar que saben gobernar verdaderamente el país".

"No tengo inconvenientes en llamar por teléfono al señor Prodi, pero sólo cuando sean ciertos los resultados electorales", señaló el primer ministro.

Aunque el tono sigue siendo el del enfrentamiento agudo con sus adversarios, Silvio Berlusconi dijo que era necesario plantearse si con el país partido por mitades exactas "no hay que tomar como ejemplo a países como Alemania y unir las fuerzas para gobernar en la concordia. Al país no le hace bien ir adelante en una especie de guerra civil. Debemos sentarnos responsablemente en una mesa y pensar en los intereses del país".

Pero en Alemania, la gran coalición que hace gobernar juntos a democristianos y socialistas, bajo la guía iluminada de la premier Angela Merkel, se apoya en una buena relación personal entre los políticos de ambos bandos. En Italia, los rencores están a flor de piel.

Berlusconi aprovechó también para descalificar a los diputados y senadores elegidos en el exterior y favorables a la centroizquierda. Dijo que en el proceso electoral de los residentes en el exterior "hubo muchas irregularidades", que pueden quitar validez a los resultados.

Inmediatamente Romano Prodi le respondió que Berlusconi podía hacer todas las verificaciones en los escrutinios que autoriza la ley. "Pero no vamos a aceptar ninguna coalición distinta a la nuestra.

Tenemos mayoría en ambas Cámaras y podremos hacer un gobierno fuerte y estable", concluyó Prodi.

                                                                                                                  inf. Clarín

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